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¿Por qué Finlandia está cambiando “el mejor sistema de educación del mundo”?

El país escandinavo prepara un cambio radical con el que espera mejorar la calidad de sus escuelas a partir de 2016

Finlandia, conocida por contar con uno de los mejores sistemas educativos del mundo, prepara un cambio radical con el que espera mejorar la calidad de sus escuelas: la abolición de las distintas materias.

Y es que, a partir de 2016, todos los centros de enseñanza del país nórdico empezarán a aplicar un método nuevo conocido como phenomenon learning. Bajo este sistema las clases tradicionales serán desplazadas por proyectos temáticos en los que los alumnos se apropiarán del proceso de aprendizaje.

“En la educación tradicional, los alumnos van a su salón y tienen clases de matemáticas, después de literatura y luego de ciencias”, le dice a la BBC Marjo Kyllonen, gerente de educación de Helsinki.

“Ahora, en lugar de adquirir conocimientos aislados sobre diferentes materias, el papel de los estudiantes es activo. Ellos participan en el proceso de planificación, son investigadores y también evalúan el proceso”, explica.

Según Kyllonen la razón es que la forma tradicional de educación, dividida entre diferentes materias, no está preparando a los niños para el futuro, “cuando necesitarán una capacidad de pensamiento transdisciplinaria, mirar a los mismos problemas desde distintas perspectivas y usando herramientas de distintos tamaños”.

Una experiencia colaborativa

La capital finlandesa ha estado en la vanguardia del desarrollo de esta nueva metodología, en la que los alumnos pueden elegir un tema de su interés y planificar su desarrollo conjuntamente con sus profesores.

MINDFULNESS Y COACHING

Cuántas veces nos encontramos insatisfechos en diferentes aspectos de nuestra vida?
Cuántas veces esa insatisfacción no nos permite estar disfrutando de pequeños momentos?
Cuántas veces estamos en la pregunta si lo que estamos haciendo es lo que sinceramente queremos?
Cuántas veces nos sentimos perdidos sobre cuál es el sentido de nuestro vivir?
Cuántas veces nos agobiamos por las preocupaciones del pasado y las incertidumbres sobre el futuro?
Si nos encontramos recurrentemente en este tipo de preguntas, son señales de algún tipo de stress.

Frente a muchas de estas situaciones hay también muchas alternativas para ayudarnos.

Me voy a centrar en lo que conozco, lo que hago, para hablar desde las coherencias de mí vivir y basándome en dos referentes que sigo y con los que he interactuado, Mathieu Ricard y Otto Scharmer.

Mathieu es un monje budista, investigador, autor de numerosos artículos, libros y colaborador en el Mind and Life Institute.
Otto Scharmer es un profesor del MIT, investigador, consultor y creador del concepto de Teoría U.

La atención plena es cerca de llegar a un punto de inflexión. Hace apenas dos años, la atención plena y el liderazgo consciente se discutieron en el Foro Económico Mundial por primera vez. Desde entonces, casi todos los eventos relacionados con mindfulness-ha crecido la demanda de manera importante. Mindfulness, meditación, yoga, aikido, ahora se utilizan en empresas de tecnología como Google y Twitter (entre otros), en las empresas tradicionales en los sectores de vehículos y la energía, en las empresas de propiedad estatal en China, y en las organizaciones de las Naciones Unidas, los gobiernos y el Banco Mundial. Como Loic Le Meur, un emprendedor en serie de tecnología de Silicon Valley pone: “Es gracioso, todos los que conozco han comenzado a meditar en el valle, hay una verdadera presión social para hacerlo”

¿Por qué todo el mundo habla del ‘mindfulness’?

Seguro que has oído en más de una ocasión esta expresión sin saber muy bien a qué se refiere. Tiene buena pinta… seguro que tiene que ver con la mente. Pero ¿qué es mindfulness realmente?

Mindfulness es una cualidad de la mente, una capacidad que todos poseemos y cuyo entrenamiento nos beneficiaría enormemente, dado el nivel de actividad mental y estrés, y su relación con la gran cantidad de tareas que tenemos que desempeñar cada día.

Mindfulness consiste en entrenar la mente para mantener la atención en el momento presente, siendo consciente de cada instante. Esto quiere decir que si estoy tomando un café, no estoy pensando en la reunión que tengo después, ni en la enormidad de cosas que tengo por hacer. Tampoco recordaré la discusión que tuve anoche con mi pareja. Simplemente, me tomo un café, sintiendo el calor de la taza en mis manos, el gusto ligeramente amargo en la boca… Sintiendo y percibiendo cada sensación en el cuerpo y cada proceso mental, y lo que es igualmente importante, aceptando eso que sucede con amabilidad y sin emitir juicio alguno.

En una sociedad multitarea que cada vez exige más de nosotros, mindfulness puede ser un salvavidas. La experiencia mindfulness trata de simplificar nuestra vida, desgranando la experiencia al máximo, evitando distracciones por estímulos externos. No hay lugar para rememorar el pasado ni para hacer proyecciones futuras. La única realidad posible es el momento presente y lo que en él sucede. De esta forma se logra ver la realidad, los sucesos, tal cual son, con mayor objetividad y libres de carga emocional. En este sentido mindfulness es muy similar a la meditación formal, de hecho proviene de Oriente y es la base de las prácticas budistas. Podría decirse que es una forma de meditación maravillosamente adaptada a Occidente y nuestras necesidades. No requiere un espacio ni tiempo especial. Al contrario, cualquier momento y situación es buena para practicar la Atención Plena. Pero no intentes estar en Atención Plena todo el tiempo, durante todo el día. Es recomendable escoger un momento o una actividad concreta para practicar mindfulness.

Un buen comienzo es poner una alarma varias veces al día, cada dos horas por ejemplo. Cada vez que suene dedica 5 o 10 segundos a percibir todo aquello que sucede en tu cuerpo-mente. Postura corporal, tensiones, molestias, los pensamientos que suceden y su calidad, respiración, etc. No trates de cambiar sensaciones molestas por otras más agradables. Simplemente esfuérzate en observar y percibir desde la imparcialidad y la aceptación amorosa.

Durante los últimos 30 años esta práctica de mindfulness ha ido introduciéndose e integrándose en la medicina y psicología de Occidente. Se han llevado a cabo numerosos estudios científicos que demuestran que Mindfulness es una herramienta eficaz en la reducción del estrés. Algunos de los beneficios asociados a su práctica son:

− Desarrollo de habilidades para manejar situaciones de estrés y ansiedad.
− Disminución de síntomas físicos y psicológicos asociados al estrés.
− Reconocer, ralentizar o detener las reacciones automáticas y habituales.
− Disminución de las fluctuaciones mentales y los pensamientos recurrentes.
− Mejora de la respuesta inmunológica.
− Aumento del nivel de autoestima, entusiasmo y alegría.

¿Te animas a probarlo?

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¿Qué sucede en el cerebro al practicar Mindfulness?

Taller Mindfulness y Coaching para la gestión del stress

Cada vez son más altos los índices de stress y depresión que atraviesan las personas. En este contexto, la Especialidad de Trabajo Social de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Pontificia Universidad Católica del Perú PUCP, organiza el Taller Mindfulness y Coaching para la gestión positiva del stress, el 3 y 4 de diciembre, de 6:30 p.m. a 9:30 p.m. en el aula N° 113 del edificio Mc Gregor, en el campus universitario (Av. Universitaria 1801, San Miguel).

En el taller se abordarán las fuentes de stress en el mundo actual, y sus consecuencias en la salud; también se desarrollarán los aportes del Mindfulness (atención plena o presencia mental) y del Coaching al aprendizaje de nuevas prácticas para la gestión positiva del stress.

Los participantes aprenderán algunas herramientas que, sustentadas en el principio de mantener el foco de atención para lograr mejores resultados, permitirán experimentar la posibilidad de lograr estilos de vida más saludables.

¿Autocultivo de qué?: El discurso de Humberto Maturana para inaugurar la Filsa 2015

El biólogo y Premio Nacional de Ciencias Humberto Maturana fue uno de los encargados de los discursos inaugurales para la Filsa, en la oportunidad reflexionó en torno al lema del evento “Sí al autocultivo”. El académico respondió a la pregunta “¿Autocultivo de qué?”.

¿Sabías dónde estuvo la cuchara de plástico antes de llegar a tus manos?

Este vídeo cuenta en tan solo unos minutos todo lo que tuvo que ocurrir, desde que se creó el universo,  para que hoy en día podamos tener en nuestras manos una cuchara de plástico. El vídeo está pensado para tomar conciencia de que una simple decisión, como elegir usar cubiertos descartables, trae consigo una gran responsabilidad. Cambiar los hábitos en pequeñas costumbres puede significar un cambio global muy importante.

 

Cómo el altruismo puede salvar al planeta – Parte 2

Publicado el 20 de octubre de 2015 por Matthieu Ricard

En el mes de julio, Matthieu Ricard y Mark Tercek, presidente y director general de Nature Conservancy y autor de “Nature’s Fortune: How Business and Society Thrive by Investing in Nature” , (Riqueza natural: Cómo las empresas y la sociedad prosperan al invertir en el medio ambiente), entamaron un diálogo basado en preguntas y respuestas sobre los beneficios del altruismo y la preocupación ambiental.

Parte 2

Tercek: Admiro el énfasis que se le da en su libro “Altruismo” (Altruismo) a la ciencia “con sentido”. Usted afirma que la ciencia es muy clara al afirmar que –podemos entrenar nuestra mente para ser más amables y expresar más compasión-. Por favor díganos más al respecto.

Ricard: Durante mucho tiempo se ha asumido en la psicología, en la economía y en la evolución que el ser humano es esencialmente egoísta. Pero durante los últimos 30 años, los nuevos descubrimientos científicos muestran que el altruismo genuino existe y que puede expandirse más allá de nuestros seres queridos y llegar hasta los demás seres humanos y otras especies.
La colaboración entre los neurocientíficos y los contemplativos ha demostrado que el altruismo y la compasión son habilidades que pueden ser cultivadas con entrenamiento. La investigación ha mostrado sin ambigüedad alguna que el entrenarse en altruismo y compasión produce cambios funcionales y estructurales en el cerebro y que incluso puede cambiar la manifestación de los genes. Estos estudios también han permitido hacer una diferenciación entre la empatía (la capacidad de resonar con los sentimientos de los demás), el altruismo (desear que los demás sean felices) y la compasión (desear que los demás sean libres de sufrimiento).
Incluso si la competencia es generalmente más visible y más espectacular que la cooperación, los trabajos recientes demuestran que la evolución debe incluir la cooperación para crear niveles mayores de organización. Al parecer, actualmente necesitamos pasar al siguiente nivel de cooperación para afrontar los numerosos retos de nuestro tiempo.

Cómo el altruismo puede salvar al planeta – Parte 1

Publicado el 06 de octubre de 2015 por Matthieu Ricard

En el mes de julio, Matthieu Ricard y Mark Tercek, presidente y director general de Nature Conservancy y autor de “Nature’s Fortune: How Business and Society Thrive by Investing in Nature”, (Riqueza natural: Cómo las empresas y la sociedad prosperan al invertir en el medio ambiente), entamaron un diálogo basado en preguntas y respuestas sobre los beneficios del altruismo y la preocupación ambiental.

Tercek: Me encanta su nuevo libro “Altruism” (Altruismo) y la manera en que reta a la gente para que sean altruistas con el fin de crear un mundo mejor. ¿Cuál es su definición del “altruismo”?

Ricard: El altruismo es un estado mental de benevolencia. Ser altruista significa preocuparse por la situación de todos los que nos rodean y desearles bienestar. Esto debe ir de la mano con la determinación de actuar por su bienestar. Valorar a los demás es el estado mental principal que lleva al altruismo.
Cuando el altruismo es nuestro estado mental principal -nuestro funcionamiento por defecto-, éste se manifiesta a través de la bondad hacia quien quiera que entre en nuestro centro de atención y es sinónimo de buena voluntad, buena disposición e inclinación a ayudar. Cuando percibimos que los demás tienen una necesidad apremiante, desarrollamos preocupación con empatía. Cuando la necesidad está relacionada con la búsqueda de la felicidad, el altruismo promueve la realización de dicha aspiración. Cuando la necesidad está relacionada con el sufrimiento, la compasión nos llevará a remediar dicho sufrimiento así como sus causas.
Por supuesto, debemos hacer todo lo posible para aplicar en acciones el altruismo y la compasión. Sin embargo, no debemos limitar el uso del término “altruismo” a comportamientos externos puesto que las acciones en sí mismas no nos permiten conocer con certitud las motivaciones que las generaron. Un obstáculo para pasar a la acción –que esté más allá del control de la persona que desea actuar- no disminuye para nada la naturaleza altruista de su motivación.

Tercek: Me gusta bastante el énfasis que el libro le da a los retos ambientales y a la manera como el altruismo puede contribuir al progreso del ámbito ambiental. ¿Qué consejo podría darnos a nosotros los ambientalistas para ser más altruistas en nuestro trabajo?

‘Mindfulness’: la atención plena

Apenas he empezado a escribir este artículo cuando mi ordenador me ha avisado de que tengo tres correos nuevos en mi bandeja de entrada. Además, he recibido dos llamadas y varios mensajes. Ya puestos, he entrado en el As para comprobar si había sucedido algo relevante en el mundo del deporte. Media hora y aún no he escrito ni una sola línea.

La desconcentración es continua, el bombardeo no cesa. Mi único consuelo, si podemos llamarle así, es que esto no me ocurre solamente a mí, es el signo de los tiempos digitales. Según las estadísticas, como máximo pasaríamos unos once minutos de media concentrados en una actividad antes de que algo o alguien nos interrumpa. Y si nadie lo hace, somos nosotros mismos quie­nes desconectamos. Por si fuera poco, cada desconcentración provoca que cueste entre diez y veinte minutos reemprender la actividad. No estamos acostumbrados a estar presentes en el presente. Nuestro cuerpo está, pero no nues­tra cabeza. Nos hemos habituado a la distracción, a la atención parcial, algo parecido a una plaga universal de síndrome de déficit de atención. Se quiere estar tan conectado que se olvida de que lo primero es hacerlo con uno mismo. Y esto produce estrés, ansiedad, sensación de agobio, de llegar tarde a todo, de no tener tiempo para nada.

Así, no es de extrañar que haya irrumpido con fuerza el concepto de mindfulness. Esta práctica de origen budista cuenta con más de 2.500 años de antigüedad, sin embargo en Occidente no aparece hasta hace unos treinta años para tratar problemas asociados al estrés y al dolor crónico. Hoy, las aplicaciones de este concepto se extienden a casi todos los campos, como por ejemplo al de la educación y la enseñanza. Es habitual ver que las universidades ofrezcan a sus alumnos talleres de atención plena, conscientes de que en la mayoría de los casos la distancia que separa el éxito del fracaso no reside en el talento natural, sino en la capacidad de concentrarnos, que permite retener conceptos, relacionarlos, entenderlos e incorporarlos en nuestras estructuras de pensamiento. Y es que por más capacitado intelectualmente que uno esté, sin atención el suspenso es casi seguro. Se ha de comprender que el cerebro no es multitarea. Solo podemos concentrarnos en una cosa a la vez y si no lo hacemos, si intentamos estar en varios lugares al mismo tiempo, no conseguiremos un resultado tan satisfactorio como aquellos que con igual o menor capacidad que nosotros sí que son capaces de poner todo el foco de su atención en la actividad concreta que están desarrollando.